miércoles, 8 de julio de 2009

jovencitas amateur

Cuando él estaba por acabar empezó a embestirme cada vez con más fuerza, hasta que largó varios increíbles chorros de leche dentro de mí, los cuales pensé que eran litros, después de esto nos quedamos dormidos, pero en ningún momento quise que sacara su verga de mi interior ya que deseaba sentir como iba perdiendo su vitalidad dentro mío.

Después que nos despertamos le confesé que nunca había disfrutado tanto como ese momento y lo abracé, me estuvo besando un buen rato, pero no aguanté la tentación de agarrársela con mis propias manos y pajearla muy lentamente…

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